"Pasado el tiempo, acabadas las contiendas, la iglesia construyó una nueva parroquia. La llamó como la primera construida entre los muros del castillo, Nuestra Señora de la Encarnación. Compite su campanario que otea vientos con la belleza que tiene enfrente, o sea, un albaicín blanco y recóndito; íntimo, con embrujo y bellísimo...Nosotros, lo llamamos El Barranco...".
Texto: "Una hoja suelta del cuaderno de bitácora."
José Morles García.
Fotografía tomada una mañana de invierno en un paseo por el Hacho y el Monte Redondo.
f/8 ; 1/100s ; iso 100